Consejos para entrenar la creatividad

Todo el que se haya enfrentado en alguna ocasión al desarrollo de una obra creativa se habrá encontrado, en un momento u otro, con un momento de bloqueo, en el que la imaginación no fluye. O al menos no por un camino que nos guste. Puede suceder antes de empezar, si no tenemos claro el planteamiento de lo que queremos desarrollar. O quizá nos encontremos el problema a mitad del proceso, y no tengamos buenas ideas para seguir desarrollándolo.

Los procesos mentales de cada persona son completamente diferentes, y la capacidad para generar ideas nuevas varían sustancialmente. Por eso no existe una receta infalible que abra las puertas de la percepción y de la imaginación, ya que eso lo debe encontrar cada uno. No obstante, vamos a ofrecerte algo de información basado en experiencias personas que te puede ser útil. Te recomendamos que tengas en cuenta algunos de los puntos y lo adaptes a lo que crees que mejor te pueda funcionar. No hay una forma mejor que otra en esto de obtener ideas y crear, así que debes encontrar tu propio camino.

1. La creatividad está en ti

Podemos decir que la creatividad es la capacidad de generar y crear nuevas ideas. Olvídate de frustraciones y pensamientos negativos, como pensar que no tienes imaginación. Todos la tenemos, se trata de desarrollarla y ponerla en práctica. Problema aparte es si gusta a los demás o no, pero eso ya es otro tema, pues esto se basa en juicios subjetivos y sobre los que no tenemos control. Si te preocupa esto, presta atención al siguiente punto.

2. Guarda todas tus creaciones para que nadie las vea

Se trata de un interesante ejercicio para quitarse de encima prejuicios y presiones. Desarrolla tus obras con la idea en mente de que es algo que nunca va a ver nadie más que tú. Es una forma interesante de trabajar el espíritu creativo. Produce sin temor a los juicios de los demás y sin miedo al ridículo, sé libre y haz lo que más te apetezca. Una vez termines, guarda la obra en un cajón y déjala ahí. Peor esto lo explicamos mejor en el siguiente punto.

3. No tires nada

Da igual lo ridículo o malo que te parezca lo que se te ha ocurrido. No lo tires, nunca sabes lo útil que te puede ser en el futuro. Guarda las cosas a buen recaudo, e incluso olvídate de ellas. Cuando te las vuelvas a encontrar podrás juzgarlas con la distancia necesaria. En ese momento, descubrirás si realmente te gusta o no. Si es el segundo caso, enhorabuena, quizá puedas seguir creando algo a partir de ahí. En el caso de que siga sin convencerte, quizá puedas ahora darle la forma que deseas. De cualquier forma, siempre que pienses que puedes mejorar algo del pasado significa que has evolucionado y crecido en tu pensamiento. Así que también es buena señal.

4. Trabaja, trabaja y trabaja

Decía Picasso que la inspiración existe, pero que tiene que encontrarte trabajando. El artista malagueño predicó con el ejemplo y fue extremadamente prolífico en su carrera. Lo cierto es que es muy complicado saber cuando nos van a visitar las musas, pero lo que es seguro es que mejor que lo hagan cuando estemos preparados para dejarlas pasar. Y la mejor forma para eso dedicar todo el tiempo posible en nuestra creación artística.

5 Intenta llevar algo para anotar

El punto anterior está muy bien, pero no es realista, ¿verdad? Salvo que seas alguien que se pueda dedicar enteramente al arte, seguramente tengas que trabajar y afrontar ciertos compromisos diarios. Seguro que algún día vas por calle y se te ocurre una idea genial que luego se te olvida. O te despiertas con la solución a algo que llevabas un tiempo barruntando, pero a la mañana siguiente ya no recuerdas lo que era. Por eso es importante que trates de registrar tus ideas en cuanto te lleguen, sea donde sea. Ten a mano siempre una libreta y apunta todo, o utiliza el móvil como grabadora. Lo que te sea más cómodo, pero que no se pierda nada.

6. Apaga el móvil

Cuando te sientes a trabajar, olvídate de tu teléfono. Apágalo, o guárdalo lejos. Si puedes estar en un sitio sin cobertura, mucho mejor para evitar las tentaciones. Tendemos tendencia a consultar si nos ha llegado algún mensaje o a consultar alguna información que no necesitamos con demasiada asiduidad, y esto nos casa y nos desconcentra de lo que estamos haciendo. No hay elemento que invite más a la procrastinación que este, así que ya sabes.

¿Crees que te pueden servir de algo algunas de estas ideas? Si te encuentras en una etapa de bloqueo durante un proceso creativo no tires la toalla y prueba alguno de ellos, quizá te ayuden.