Aprender a dibujar, por dónde empezar

Todos, sin excepción, tenemos algún talento que nos permite destacar entre los demás, algo que se nos da de maravilla y que incluso puede permitirnos vivir de ello. Tal vez seamos muy buenos programando o escribiendo código delante de un ordenador, o puede que nuestro talento resida en cantar bien o tocar un instrumento como un virtuoso. Igual ese talento no nos da para vivir, pero seguro que nos permite disfrutar de un rato de relax y desconexión, como ocurre, por ejemplo, con el dibujo. Y es que son muchos los que desarrollan ese talento para dibujar, aunque sea solamente para ellos mismos.

Como cualquier otra actividad, para dibujar bien hay que poner mucho empeño, esfuerzo y sobre todo práctica. Se puede nacer con más o menos talento para el dibujo, con más o menos facilidad para entender los conceptos que nos permitirán dibujar mejor, pero la constancia y el esfuerzo son imprescindibles para ir un paso más allá, da lo mismo si solo queremos dibujar para nosotros mismos, porque nos gusta y nos relaja, o si pretendemos hacer negocio con nuestros dibujos, algo también perfectamente posible y que puede acabar siendo nuestra auténtica vocación.

Encuentra tu propio estilo

Al principio es normal fijarse en los dibujos de otras personas, dibujantes a los que admiremos y a los que irremediablemente nos queremos parecer. Pero es cierto que, una vez dominado el estilo, la forma en la que queremos dibujar, seguramente queramos desmarcarnos y buscar un estilo nuestro, más propio, diferente a todo lo que hayamos hecho hasta ese momento. Para dominar un arte, lo primero que hay que hacer es copiar a los demás, y luego ya sacar nuestra propia esencia, una vez que tengamos confianza en lo que hacemos. El estilo propio será definitivo sobre todo si queremos vivir de esto o al menos conseguir vender nuestros dibujos.

 

Juega con las formas, líneas y los garabatos

Aunque todos imaginamos los dibujos lo más perfectos posible, también hay oportunidades, sobre todo al principio, para experimentar con diferentes fórmulas, con líneas y garabatos que tal vez se salen de lo habitual, pero que nos ofrecen una concepción muy interesante de todo lo que estamos haciendo. Los dibujos primigenios servirán para que el dibujante se de cuenta de lo que puede y no puede hacer, de qué camino le va mejor a su estilo, a su dibujo, para conseguir lo que busca. Experimentar es lo mejor al principio, para no atarse a unas condiciones ya preparadas, para permitir más libertad al dibujante.

 

Toma referencias visuales

Dependiendo del tipo de dibujo que queramos llevar a cabo, nuestras referencias serán unas u otras. Puede que nos guste dibujar caricaturas más al estilo cartoon, y entonces nuestras referencias serán las series de televisión de este tipo o los comics y novelas gráficas. Tal vez el dibujo que más nos llame y nos motive sea el realista, y entonces la propia realidad, nuestro entorno, será nuestra referencia absoluta. También podemos ir combinando estas referencias hasta encontrar un estilo diferente y propio, una de las formas más interesantes de desmarcarnos del resto con nuestro trabajo. Tomar referencias de todos sitios y estilos hará que nuestro dibujo sea mucho más completo y esté lleno de vida.

 

Practica diariamente y sé constante

Éste es seguramente el mejor y más importante consejo que podemos dar. La constancia y la práctica diaria es lo que hace que cualquiera persona llegue a alcanzar un buen nivel de maestría en aquello que hace. El practicar todos los días, de manera constante, hará que desarrollemos nuestra habilidad para el dibujo. Probar cosas nuevas, para no aburrirnos, marcarnos retos para que al cumplirlos nos sintamos mucho más confiados, ver nuestra propia evolución en el tiempo… Todo eso nos hará ganar en confianza para afrontar cada vez retos más complicados y seguir avanzando. Por más talento que tengamos, si no somos constantes, si no practicamos todos los días, al final nuestras habilidades no se desarrollarán tanto y nos quedaremos inevitablemente atrás.

 

Cursos online para aprender a dibujar

Es cierto que hasta ahora hemos estado hablando de aprender a dibujar como una actividad prácticamente personal y autodidacta, en la que nosotros mismos vamos aprendiendo poco a poco de lo que vamos haciendo, pero siempre podemos optar por acudir a algún curso de dibujo, ya sea presencial o, más sencillo aún, un curso online. En Internet existen páginas como Doméstika o Emagister donde podemos encontrar cientos de cursos de este tipo, muchos de ellos incluso gratuitos, en los que nos darán las nociones básicas para sentar las bases de nuestros dibujos, y nos ayudarán a ir avanzando, poco a poco pero con seguridad, hasta ser maestros del dibujo y sentirnos orgullosos con cada una de nuestras obras.