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La música y su poder en el desarrollo creativo

La música es una de esas artes capaces de generarnos estados de ánimo, elevar el que tenemos o incluso ayudarnos a crear, a desarrollar ideas mentalmente. Es algo que se puede dar con cuadros, novelas o películas, pero está especialmente enraizado en el arte de la música, ya que podemos estar escuchándola y haciendo otra cosa sin prestarle tanta atención. ¿Cuántas veces no hemos leído sobre esos estudios que afirman que los niños que escuchan música clásica en el vientre de su madre salen más listos? ¿O esas entrevistas en las que los escritores más insignes reconocen que son incapaces de escribir sin tener por detrás una buena canción? Stephen King es un gran amante del heavy metal y asegura que solo puede concentrarse al escuchar grupos como Motorhead o Metallica. Y lo cierto es que no le va nada mal.

¿Es solo una costumbre que muchos han abrazado o hay algo cierto en eso de que la música nos estimula? Es una pregunta difícil de contestar de forma certera, desde luego, porque si hablamos de creatividad, de un proceso tan complejo que todavía hoy se desconoce casi por completo, hemos de entender que cada persona tiene su forma de enfrentarse a él y verlo de una manera u otra. Cada cual tiene sus manías a la hora de desarrollar ideas, y no tienen porqué ser artísticas, sino también teorías científicas, o resoluciones de problemas que tenemos en nuestra vida diaria. La música funciona como una especie de barómetro para muchos, un estabilizador emocional que nos pone en el modo en que queremos estar para sacar todas esas ideas que llevamos dentro y desarrollarlas, y que además nos ayuda a concentrarnos, porque nos hace olvidar todo lo que tenemos fuera. Pero, ¿es así realmente? Vamos a descubrirlo.

Efectos de la música mientras trabajamos o estudiamos

Según muchos estudios, la música puede llegar a mejorar bastante el rendimiento laboral y productivo, gracias sobre todo a la forma en la que nos aísla del exterior y de posibles distracciones, pero también a la manera de impulsar en nuestra mente un estado positivo. Hablamos de música que nos gusta, por supuesto, de esa música que nos ponemos en el trabajo para hacernos más cortas las sesiones diarias… y funciona. Lo mismo ocurre con el estudio, ya que muchas personas utilizan música para concentrarse cuando están delante de un libro de texto o unos apuntes. A otros esto les parece impensable, porque se distraerían enseguida, pero esas personas logran crear esa burbuja en la que la concentración es más intensa gracias a la música que tienen puesta.

¿Nos hace más creativos la música?

Podemos decir, por tanto, que la música es capaz de espolear la productividad y de generar un estado de mayor concentración en muchas personas, que no en todas. Pero, ¿significa eso que también nos ayuda a ser más creativos? Ya comentábamos antes que muchos escritores siempre se ponen a desarrollar sus ideas con música de fondo, porque sienten que así están llegando más lejos. Lo mismo ocurre con los pintores, por ejemplo, que eligen siempre música que les gusta para pintar. Esto puede tener que ver con las sensaciones que nos hace sentir la música cuando la escuchamos, el modo en el que nos cambia el ánimo, nos pone de buen humor o nos ayuda a canalizar nuestras emociones.

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Esa capacidad de concentración tiene que ver con ciertos procesos que ocurren en nuestro cerebro, de los que hablaremos a continuación, y que por así decirlo, abren el camino a nuestra creatividad. Analizar el proceso creativo sigue siendo a día de hoy algo muy complejo, porque las conexiones que se dan en nuestra mente para llegar a desarrollar ciertas ideas creativas, para escoger una palabra y no otra al escribir, o para crear melodías, es todo un misterio incluso a día de hoy. Pero parece que el cerebro prefiere estar en el modo adecuado, en esa tranquilidad que la música le imbuye, para que podamos concentrarnos en lo que tenemos por delante, nuestra labor creativa.

Efectos de la música en el cerebro

Hemos especificado anteriormente que la música que debemos escuchar cuando estamos trabajando o queremos ser más creativos es música que nos guste, ya sea instrumental o de cualquier otro tipo. Si la música nos disgusta, más que algo positivo se convertirá en un lastre. De hecho, cuando ponemos música para trabajar, sea en algo tedioso o creativo, nuestro cerebro sigue liberando dopamina, una sustancia relacionada directamente con un estado de paz, tranquilidad y alegría. Esto ocurre porque el cerebro intuye que estamos escuchando algo que nos gusta y comienza ese proceso, que al ligarlo al trabajo, lo convierte en algo positivo, cambiando nuestra forma de entenderlo y de afrontarlo. Se elimina también el estrés y el trabajador está en el modo perfecto para llevar a cabo sus acciones.

Estudios universitarios que estudian esta relación

Desde hace décadas se están desarrollando estudios muy complejos sobre el tema, para descubrir si realmente hay alguna relación entre escuchar música y ser más creativo o productivo en el trabajo. Es el caso de “The effect of music listening on work performance”, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Windsor y publicado por revistas de psicología, en el que se afirma que el rendimiento laboral crece hasta un 12,5% cuando los trabajadores escuchan música que les gusta en su puesto de trabajo. Sin embargo, el estudio también reconoce que no todos los trabajadores responden igual, y que tampoco vale para cualquier puesto, porque en algunos es un lastre que desconcentra a la persona que está llevando a cabo la acción.

Ciñéndonos a la supuesta relación entre creatividad y música, los estudios parecen contradecirse. Por un lado, desde la Universidad de Radboud se afirmó, en 2017, que la música ayudaba a generar el pensamiento divergente que tiene que ver con los procesos creativos, aunque eso sí, no toda la música y no en todos los casos. Poco después, en 2019, un estudio británico aseguraba que la música distrae más que ayuda, y que los trabajadores expuestos a este tipo de estímulos, indiferentemente del estilo de la propia música, llevarían a cabo las tareas de una manera más lenta, torpe o ineficiente. Parece que es complicado generalizar y que a cada uno le va bien de una forma, por eso todavía no hay datos tan concretos y veraces para relacionar directamente la escucha de música con la creatividad.